viernes, 4 de octubre de 2013

¿Se puede gastar más de lo que se tiene?

Recientemente en televisión el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, respondía a la pregunta afirmativamente y fundamentaba su postura defendiendo la tesis de que el ciudadano de a pie ha de poder recurrir a un préstamo hipotecario para poder acceder a la compra, por ejemplo, de su vivienda. Se trata evidentemente de una respuesta demagógica y además adolece de superficialidad en su análisis, habida cuenta de que la cuestión que se plantea trasciende lo individual y se sitúa a un nivel más global, por ejemplo, el de toda una sociedad. Además, si lo que un ciudadano pide prestado para comprarse su vivienda, porque no lo tiene, resulta que otro u otros se lo prestan, porque realmente lo tienen, no habría ningún problema,
pues en última instancia “se estaría gastando lo que se tiene”. Pero ésta no es la realidad económico–financiera actual. 
Por otro lado, cuando el Presidente Mariano Rajoy afirma que “no se puede gastar lo que no se tiene”, hay que decir que, si bien parece hacer un enfoque correcto, tampoco atiende a la verdad de la realidad. Basta recordar que las entidades bancarias prestan a sus clientes más dinero del que realmente tienen depositado, toda vez que, y al amparo de las leyes actualmente en vigor, actúan con coeficientes de caja muy inferiores al 100%. 
En definitiva, que la sociedad en su conjunto ha gastado, gasta y, sospecho que, desgraciadamente gastará, más de lo que tiene, aunque el señor Presidente del Gobierno afirme que no lo va a hacer. 
Y el asunto no es baladí habida cuenta de que, según algunos analistas y
teóricos de la Economía, aquí radica la causa de la crisis económica que nos afecta. Tal y como explica en sus libros, conferencias y entrevistas en diversos medios, el catedrático de economía política y profesor en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Jesús Huerta de Soto, la actuación bancaria con coeficientes de caja muy inferiores al 100% conlleva siempre burbuja económica, subida de precios, crisis financiera, recesión y crisis económica. Al parecer, esto ha sido así desde hace siglos y las medidas políticas que se han tomado han sido siempre las mismas: inyección de moneda en los mercados, vía bancos centrales, y expansión crediticia para volver a repetir el vicioso ciclo; cuando en realidad lo que se habría de hacer es modificar, por fin, las leyes bancarias y obligar a estas entidades a actuar con coeficiente de caja del 100%, es decir, a prestar sólo lo que realmente han dejado en ellas sus clientes ahorradores y no más, como vienen haciendo hasta ahora. Se trata de la llamada teoría austríaca del ciclo económico
Concluyendo, podemos decir que se puede gastar lo que no se tiene, de hecho, se hace, pero añadamos que NO SE DEBE, pues si se hace estamos abocados a vivir cíclicamente crisis económica tras crisis y son muchas las personas que, desgraciadamente, quedan en la gatera. En el entretanto, uno se pregunta si algún día los políticos dejarán su puesto a los entendidos.

20 de septiembre de 2012                                       Vitoria-Gasteiz

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