miércoles, 2 de junio de 2021

Complicidad II

La entrada de hoy es una reposición; por motivos de actualidad e interés reproduzco la entrada del blog del 25 de septiembre de 2020 en la que daba alguna información y hacía algunas advertencias.

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Todas esas personas, políticos, jueces, periodistas, sanitarios, docentes, policías, militares, bomberos, conductores de ambulancias, expertos, etc. que están colaborando con los poderes del Estado y los que están en la sombra en esta gran farsa de la "pandemia", prestándose a aplicar absurdos y crueles protocolos y medidas para hacer frente a un problema de salud cuya solución nada tiene que ver con estos procedimientos, deberían no perder de vista la historia de la jurisprudencia y recordar todos esos casos pasados en los que quienes intentaron defenderse invocando la obediencia debida, es decir, la defensa por seguir órdenes superiores, terminaron siendo condenados culpables por haber ejecutado órdenes manifiestamente ilícitas, siendo algunos incluso condenados a la pena capital.

Todas estas personas colaboracionistas, deberían tener presente que en julio de 1998 se adoptó el Estatuto de la Corte Penal Internacional cuyo artículo 33 reza:

Artículo 33

1. Una persona que haya cometido un crimen de la competencia de la Corte en cumplimiento de una orden emitida por un gobierno o un superior,
sea militar o civil, no será eximida de responsabilidad penal a menos que:

Estuviere obligada por ley a obedecer órdenes emitidas por el gobierno o el superior de que se trate; No supiere que la orden era ilícita; y 
La orden no fuera manifiestamente ilícita.


2. A los efectos del presente artículo, se entenderá que las órdenes de cometer genocidio o crímenes de lesa humanidad son manifiestamente ilícitas.


 

También deberían recordar todas estas personas colaboracionistas que una de las ideas fundamentales del Estatuto es que las obligaciones  internacionales impuestas a los individuos priman sobre su deber de obediencia para con el Estado del cual son ciudadanos.

Tras estos recordatorios, me sumo a todas esas personas mal llamadas negacionistas por los medios terroristas de desinformación masiva.
Al igual que estas personas, sostengo que el grave problema que se cierne sobre nuestras vidas está relacionado no con un supuesto virus apocalíptico sino con un plan mundial de geoingeniería, de implementación de la red 5G, de vacunación transgénica, de ingeniería y control social, de reducción de la población mundial, etc. y que, por tanto, considero que la imposición del uso obligatorio e indiscriminado de mascarilla a la población en general y a los niños, adolescentes y jóvenes en los centros educativos en particular, así como los confinamientos injustificados y la distancia social impuestos vulneran varios derechos humanos, implican recortes de libertades y constituyen crímenes de lesa humanidad. Asimismo afirmo que todas esas personas colaboracionistas están obedeciendo unas órdenes manifiestamente ilícitas por lo que no podrán ser eximidas de responsabilidad penal cuando sean acusadas por dichos crímenes.

Que Yah se apiade de ellas, si no reflexionan sobre sus acciones ni rectifican. ¡Ten misericordia Yahwéh de todos los niños y jóvenes que están siendo torturados y están siendo víctimas de maltrato físico y psicológico al obligarles a soportar una mascarilla durante toda la jornada lectiva, día tras día! ¡Protege también a los ancianos, Adonay! ¡Pero ante todo, hágase tu voluntad, pues Tú eres Yahwéh Tsidkenu, nuestra justicia!

Clicando en el siguiente enlace puedes acceder a un documento escrito que describe el testimonio de un ciudadano retenido en la vía pública por unos agentes de la policía local que cumplían órdenes de sus superiores.

                                                                       testimonio 

Y te invito a ver el siguiente documental que ilustra muy bien todo lo que está sucediendo en el mundo:

documental 

Vitoria-Gasteiz                                               2 de junio de 2021