¿La ley para la persona o la persona para la ley en Tuvisa?

Al contrario que una gran parte de la ciudadanía, yo no quiero quejarme del servicio municipal de transporte urbano, si bien es muy probable que, como casi todo, pueda éste también mejorarse. No obstante, a continuación
relato un reciente hecho protagonizado por uno de los conductores de Tuvisa, del que he sido testigo ocular y que no dudo en calificar de inmisericorde acción para con un viajero. Mientras esperaba yo la llegada del autobús urbano en una céntrica calle de la ciudad vi un hombre de edad avanzada apoyado en la marquesina y que llevaba consigo un tablero ligero, de corcho y enmarcado, de unos 90 cm x 35 cm. Al ir a subir al autobús, el cuál no iba lleno, el conductor le espetó que, con el tablero, tenía prohibido el acceso, por lo que el hombre tuvo que quedarse en tierra causándosele gran disgusto y perjuicio. Quiero pensar que el conductor se limitó a aplicar el Reglamento vigente, mas me pregunto ¿por qué cuesta tanto aplicar la ley con misericordia? Si en el autobús ya viajaban varias personas con bolsas repletas de compra de supermercado, ¿qué habría costado permitir el acceso a un hombre mayor que porta un tablero relativamente discreto? Me consta que hechos semejantes ocurren cuando se les exige a muchos padres y madres plegar las sillas de sus hijos, lo cuál no siempre es factible, para poder acceder a algunos de los vehículos de Tuvisa. ¿Cuál está hecha para cuál? ¿La ley para la persona o la persona para la ley?

Diario de Noticias de Álava                      8 de noviembre de 2008
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