viernes, 27 de marzo de 2020

Refutación de la tesis de Scotus, el defensor de la Inmaculada

Introducción

"El 8 de diciembre de 1854, el beato Pío IX proclamó el dogma que reconocía la Concepción Inmaculada de María como una verdad divinamente revelada, zanjando una controversia de casi diecinueve siglos. La famosa Disputa de la Sorbona, que mantuvieron en 1305 los dominicos partidarios de la menos pía opinión maculista, y los inmaculistas franciscanos, representados por John Duns Scotus, convirtió a este último en vencedor de la discusión con su célebre argumento 'Potuit, decuit, ergo fecit': Podía hacerlo, convenía hacerlo, pues lo hizoAclamado vencedor en París y Berlín al grito de Víctor Scotus, preparó la base teológica para la proclamación del dogma más de cinco siglos después. Hasta entonces, las órdenes religiosas, las universidades y el pueblo mantendrían viva la controversia, pero siempre apuntando hacia la pía opinión. En España se impuso el juramento inmaculista a partir del siglo XV.
Nuestro país destacó en la defensa de la concepción de María Siempre Virgen sin mácula de pecado original. Desde el milagro de Empel en 1585, nuestros Tercios la adoptaron como patrona. Nuestros reyes defendieron la definición inmaculista, fidelidad que fue reconocida por el Papa, con la elección de la romana plaza de España como lugar donde erigir su monumento. El 8 de diciembre de 1955, una Europa todavía cristiana aprobó su bandera inspirada en la Inmaculada." 
Texto extraído de la sección Cultura (Jorge Fernández Díaz) del medio digital www.larazon.es





En la entrada de hoy se presenta el discurso recogido en la película Scoto, el defensor de la Inmaculada dirigida por Fernando Muraca, protagonizada por Adriano Braidotti, producida en Italia el año 2011 y recientemente emitida en un canal privado de televisión, donde el franciscano John Duns Scotus expone su defensa, rebate las réplicas de los dominicos y es declarado vencedor, para desgracia de la humanidad.

TESIS

Nuestra madre la virgen María siempre ha estado libre de pecado desde el momento de su concepción, pero no habría sido así si no hubiera sido preservada del pecado original. Jesús es el mediador perfecto y la ha preservado también del pecado de Adán.


DEFENSA

Primer modo:

Ya que Dios es omnipotente debe no solo poder sanar los pecados sino también prevenirlos. Si solo los sanase, por ejemplo, perdonándolos, no obraría de un modo perfecto; lo debería hacer de manera que, al menos, un hijo de Adán naciera sin culpa. Por ello preservó a María.

Segundo modo:

Jesús, siendo el perfecto mediador, merece la absolución de los pecados de aquellos a quienes perdona. Por ello, el pecado original supone una pena más grande que la de no poder ver a Dios en el paraíso, ya que entre las penas de las criaturas inteligentes, la más grande es el pecado. Por ello, si Cristo fue un reconciliador perfecto, debió actuar de forma que, al menos, una persona fuera preservada del pecado original.

Tercer modo:

La persona perdonada nunca podrá estar cerca de Jesús si no recibe de él el bien supremo que le puede dar; y con Cristo se puede obtener la inocencia o bien la preservación de la culpa, la contraída o por contraer. Nadie tendría a Cristo como sumo mediador si no hubiese preservado, al menos, a uno del pecado original.





RÉPLICA PRIMERA

María padeció las penas comunes a nuestra naturaleza, como el hambre, como la sed, el dolor, la fatiga, todas las penas que le fueron infligidas a los hombres por el pecado original. María, pues, tenía el pecado original.

CONTRARRÉPLICA PRIMERA

Perdonar a alguien significa alejarlo de las penas inútiles, dejándolo expuesto a aquellas que pueden serle útiles. El pecado original habría sido nocivo para María mientras que las penas temporales le habrían hecho meditar y, de hecho, así lo hizo y fue acogida en el cielo. Cada hombre debería gozar naturalmente de la justicia original y no ser juzgado por el pecado de Adán, en cuanto que se le imputa la culpa de su antepasado. Entonces, si alguien nace con la gracia de haber sido concebido sin culpa, no será por mérito propio sino por mérito de Jesús, porque tendría el pecado original si Cristo no lo previniese con la gracia. Por tanto, ya que se puede conferir la gracia después del primer instante también se puede conferir la gracia antes del primer instante. Dios tiene esa facultad porque es omnipotente, como ciertamente hizo con María, que se mereció ese amor soportando las penas de la vida de manera ejemplar.

RÉPLICA SEGUNDA

María fue concebida, como todos los demás, de la unión de un hombre y una mujer. Su carne, obviamente, estaba infectada. Como a todos los hombres el cuerpo ensucia el alma, y así el cuerpo maculó el alma de María.

CONTRARRÉPLICA SEGUNDA

Aunque la infección permanece en el cuerpo del niño, después del bautismo el pecado es eliminado por la gracia. Decidme, ¿acaso le puede pasar inadvertido a Dios el primer momento de la concepción? ¿Se le Podría escapar un solo fragmento de tiempo a Él, que es dominador de la eternidad? ¿Será más fuerte la naturaleza viciada de infectar que la gracia de santificar? Por tanto, en el primer instante de la concepción infundió la gracia al alma de María.
'Potuit, decuit, ergo fecit'. Si Adán no hubiese pecado, los hombres habrían sido transportados directamente de un estado de gracia a un estado de gloria después de un período de tiempo. La virgen no contrajo el pecado de Adán. Así, se le otorga a ella el privilegio del cuál deriva el principio de inmunidad de la corrupción y la asunción al cielo de cuerpo y alma. Pero la virgen está muerta, está muerta. ¡Atención, admitámoslo! Debemos decir que está muerta, no a consecuencia del pecado original, que no cometió, sino por imitar fielmente a Jesús. De modo que se puede morir de amor. 




El cántico de los cánticos dice:

"¡Oh, hijo de Jerusalén, os ruego, si encontráis al hombre que anhelo decidle que de amor desfallezco. Sostenedme con flores, confortadme con granadas porque de amor desfallezco. Antes de que el día muera y las sombras se diluyan, retorna, oh, mi anhelo. El amor es fuerte como la muerte."
(Cantar de los cantares 5:8, 2:5, 8:6)

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En el siguiente enlace puedes leer una refutación de esta tesis 



Un recomendable sitio para seguir aprendiendo

https://sendaantigua.net

Vitoria-Gasteiz                                 27 de marzo de 2020

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