lunes, 16 de marzo de 2020

Señales del fin

Uno de los pasajes del Nuevo Testamento que más se comentan y predican por doquier y que vuelve hoy a estar de actualidad es el que aparece de forma sinóptica en Mateo 24, Lucas 21 y Marcos 13. 
En ellos se narra el vaticinio que hizo Yahshúa (ישוע) sobre la destrucción del segundo templo de Yerushalem, cuando dijo de él que "no quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada". Este evento histórico acaeció en el año 70 d.C. cuando el general Tito, posteriormente emperador de Roma, destruyó la ciudad y masacró a la población judía, excepto a los pocos que pudieron huir y dispersarse. También se describen las respuestas del Maestro a las dos preguntas que le hicieron sus discípulos tras salir del templo
¿Cuándo se derribaría el templo de Yerushalem? ¿Qué señal indicaría su segunda venida y el fin de esta era?
Las respuestas del Maestro están entremezcladas en los tres libros y es preciso escudriñar un poco y, por supuesto, la ayuda del santo 
espíritu de Yahwéh (יהוה), como en casi toda la Biblia, para llegar a una comprensión más clara. 
En Mateo 24:4-8 se puede leer que Yahshúa (ישוע) empieza explicando cómo serán los prolegómenos antes de su regreso a la Tierra, es decir, los últimos eventos. Es equiparable a Lucas 21:8-11 y a Marcos 13:5-8.

MATEO 24
4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. 5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. 6 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. 7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. 8 Y todo esto será principio de dolores. 



LUCAS 21
8 El entonces dijo: Mirad que no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y: El tiempo está cerca. Mas no vayáis en pos de ellos. 9 Y cuando oigáis de guerras y de sediciones, no os alarméis; porque es necesario que estas cosas acontezcan primero; pero el fin no será inmediatamente. 10 Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; 11 y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo.








MARCOS 13 
5 Jesús, respondiéndoles, comenzó a decir: Mirad que nadie os engañe; 
6 porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos. 7 Mas cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin. 8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos. 





Luego Mateo 24:9-22 y Marcos 13:9-20 describen el paréntesis que hace Yahshúa (ישוע) para anticiparles lo que, antes de todo lo descrito, ellos iban a tener que padecer por su causa y lo que iba a suceder en Yerushalem en el año 70 d.C., si bien ambos capítulos hacen un inciso en el versículo 14 y 10 respectivamente, para explicar que tras esa gran tribulación en Yerushalem la buena noticia (beshoráh, בשורה) se predicaría por toda la Tierra durante los llamados tiempos de los gentiles, en los que aún estamos (quizás por poco tiempo). El texto es equiparable a Lucas 21:12-24. 


MATEO 24
9 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. 15 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), 16 entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. 17 El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; 18 y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. 19 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! 20 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de shabát; 21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. 22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. 





MARCOS 13
9 Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio a ellos. 10 Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones. 11 Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el espíritu santo. 12 Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. 13 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 14 Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes. 15 El que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa; 16 y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa. 17 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! 18 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno; 19 porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá. 20 Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días. 




LUCAS 21
12 Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre. 13 Y esto os será ocasión para dar testimonio. 14 Proponed en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de responder en vuestra defensa; 15 porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan.
16 Mas seréis entregados aun por vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros; 17 y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. 18 Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. 
19 Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas. 20 Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. 21 Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. 
22 Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. 23 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo. 24 Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.





Es preciso apuntar que la mención que hace Yahshúa acerca de la "abominación desoladora" de la que habló el profeta Daniel se refiere a la profecía que aparece en Daniel 9:26 en la que se vaticina la profanación y la destrucción del segundo templo de Yerushalem y de la ciudad, que se llevaría a cabo por hordas de soldados romanos: "[...] y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones."

Después Mateo 24:23-31 y Marcos 13:21-27 reflejan cómo el Maestro retoma el asunto de los últimos días antes de su venida gloriosa como Rey de reyes, en representación del Padre, de forma equiparable a Lucas 21:25-28. 

MATEO 24
23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. 24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. 25 Ya os lo he dicho antes. 26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. 27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. 
28 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. 29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. 30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. 31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. 





MARCOS 13
21 Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis. 22 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos. 
23 Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes. 24 Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, 25 y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. 26 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. 27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. 









LUCAS 21
25 Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; 26 desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. 27 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. 28 Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. 










Que el Eterno Yahwéh (יהוה) nos ayude a "erguirnos y a levantar la cabeza" durante las cosas que sobrevienen, pues ya nos advirtió Yahshúa que "no pasará esta generación (la que comience a ver las señales) hasta que todo esto acontezca".




A continuación inserto una interesante reflexión del autor Yosef Álvarez, moréh y fundador del movimiento Asamblea de Yahwéh Internacional (Ayin):


UN NUEVO AMANECER SE ACERCA

Dice la pluma inspirada que "toda la creación aguarda con ardiente anhelo que se manifiesten los hijos de Elohim". (Romanos 8:19 VIN). Y tal parece que esto es más cierto que nunca en nuestros días. La misma creación da muestras de que se requiere un cambio urgente y drástico en nuestro mundo, a nivel de todas las naciones de la tierra. Cuando observamos los acontecimientos mundiales hoy día, sentimos cada vez más el anhelo de que regrese nuestro Rey Mesías para que restaure todas las cosas, tal como prometieron sus profetas (Hechos 3:21). El escritor inspirado nos exhorta con estas importantes palabras de aliento: 

"Así que no pierdan su confianza, que conlleva una gran recompensa”. (Hebreos 10:35) 

"Y todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, como él también es puro”. (1Juan 3:3)

¿Cómo es que uno se purifica y se mantiene limpio en este mundo de tanta corrupción a todos los niveles? El Salmista manifiesta la solución en estos términos: 

"¿Cómo podrá un joven mantener puro su camino? -aferrándose a tu palabra". (Salmo 119:9 VIN) 

De modo que es muy importante aferrarse a la palabra del Poderoso Yahwéh para poder mantenerse en el camino correcto de consagración a la voluntad de nuestro Padre Celestial. Todas las señales indican que está más cerca que nunca antes el nuevo amanecer que inaugurará el reino mesiánico en este mundo. Ese reino significará el fin de las guerras, de las enfermedades, de todo tipo de sufrimiento para los fieles que se aferren a esta feliz esperanza Así que, hermanos, nunca perdamos la confianza en nuestro Rey Mesías sino que digamos con el Enviado Shaúl (Paulo): 
"Prosigo a la meta hacia el premio del supremo llamamiento de Elohim en el Mashíaj Yahoshúa” (Fil. 3:14 VIN).

Un recomendable sitio para seguir aprendiendo:

https://sendaantigua.net

Vitoria-Gasteiz                                     16 de marzo de 2020


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