viernes, 23 de enero de 2015

Creencias y libertades

El pasado día 21 de enero, EL CORREO publicaba en su sección de Opinión un artículo titulado Libertades y creencias que firmaba Alonso Escalada. En la entrada de hoy puedes leer una réplica al mismo: 

El análisis de los trágicos hechos acaecidos en París (Charlie Hebdo) ha llevado al autor del artículo a acusar de forma indiscriminada a una actitud vital: la de las creencias. Apoyándose en la máxima orteguiana las ideas se tienen, en las creencias se está, generaliza y acusa sin distinción al creyente cuando sostiene que "en las creencias se está y se ataca". Declarar que el fanatismo se encuentra únicamente entre quienes 'estamos en una creencia' y que quienes 'tienen ideas y luchan por las libertades' lo hacen siempre desde el más escrupuloso respeto, con el uso de la palabra y con buenos modales, es faltar a la verdad. Basta recordar, por ejemplo, cómo rodaban cabezas en la revolución francesa, máximo exponente de la lucha por la libertad, fraternidad e igualdad, o por citar otro ejemplo más cercano y, por ende, más doloroso, cómo los miembros de ETA, impulsados, según ellos, por sus ideas políticas, han cercenado la vida de centenares de personas enarbolando una supuesta lucha por la libertad de expresión de un pueblo. Yo también veo claro el fanatismo que impregna no sólo la barbarie de París sino también la de Nigeria (Boko Haram) o la del yihadismo en Irak y Siria o incluso la de las cruzadas medievales o la de las guerras de los estados modernos, pero discierno que no tiene porqué estar presente en todo el que 'está en una creencia' y que puede encontrarse también, a veces, en quienes 'tienen una idea y defienden algún tipo de libertad'. ¿Quién entiende esto? Pues algunos sabemos por fe que no tenemos lucha contra carne y sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las esferas celestes. Esta misma fe es la que me revela que a la par que Jesús nos anima a creer en Él, curiosamente, también Él es el mayor propiciador de la libertad plena del ser humano en tanto que estuvo dispuesto a entregar su vida para que éste pudiera ser salvo y libre.

23 de enero de 2015                                            Vitoria-Gasteiz

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