Desde este humilde blog, me uno al dolor de la familia, amigos y simpatizantes del recientemente fallecido a los 61 años presidente de Tanzania, John Pombe Joseph Magufuli, R.I.P, cuyo deceso aparecía publicado en las redes y medios oficiales el pasado día 17 de marzo de 2021.
Junto con el presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, R.I.P., fallecido el pasado 8 de junio de 2020 a los 55 años de edad, también en extrañas circunstancias, los dos se han caracterizado durante todos estos meses de anomalía mundial por su abierta oposición a la versión oficialista de la llamada "pandemia" del síndrome covid-19 y por su severa crítica contra las vacunas. Tanto es así, que el presidente de Burundi llegó a expulsar de su país al representante de la OMS y tres de sus "expertos".
En el caso de Magufuli, su exquisita preparación científica (doble doctorado en químicas y matemáticas) le había llevado a poner a prueba la eficacia de las PCR, y apoyado por los resultados, tras comprobar que daban positivo incluso frutas como la papaya, animales varios e incluso el aceite de motor, decidió emprender una campaña de tranquilización de la población de su país, a la que animó a llevar una vida normal sin ningún temor a este síndrome, entendiendo que todo esto de la "pandemia" es una gran farsa mundial y que, en cualquier caso, a quien más deberíamos recurrir con nuestras plegarias y oraciones es a nuestro Creador, el autor de la vida.
El resultado de este tipo de medidas políticas contrarias a las de la mayoría de los gobiernos del mundo que se están plegando miserablemente a los dictados de la OMS, en manos de cuatro magnates pseudo-filántropos, que a su vez son dueños de las multinacionales farmacéuticas, no se ha hecho esperar.
Precisamente, hace unos días, el conocido y antiguo dueño de una multinacional de la informática, recomendó la necesidad de enfrentar abiertamente las políticas de Magufuli que, a su juicio, estaban poniendo en riesgo la vida (¡ja!) de millones de personas. Unos cargan la bala y otros....
Por mi parte, solo quiero recordar lo que dice la Palabra de Elohim (Dios):
"Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz" (Marcos 4:22)
así es que más tarde o más temprano todo se sabrá y si, en realidad, la verdad de las causas de sus muertes es oscura y delictiva, que el Todopoderoso Yahwéh Tsidkénu, haga pronto justicia, pues su Palabra nos advierte
"Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor." (Hebreos 10:30). Amén.
Finalmente, quiero apuntar que tanto Nkurunziza como Magufuli se identificaron en vida como seguidores de Yahshúa (Jesús), por lo que quiero pensar que tendré la oportunidad de encontrarme con ellos tras la resurrección de los muertos. Que en paz descansen.
Vitoria-Gasteiz 18 de marzo de 2021
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