Que en paz descanse, José Manuel Maza

Creo que no se me tildará de enrevesado al asociar el reciente twit publicado en las redes sociales por Arran, las juventudes de la CUP, con la crucifixión del apóstol Pedro a manos de los esbirros del Imperio romano. En el twit aparece una foto invertida de Jose Manuel Maza, Fiscal General del Estado, ya fallecido, con el texto "Hasta nunca, Maza". Los acontecimientos políticos y judiciales que se están viviendo en España como consecuencia de las presuntas delictivas decisiones de los ex-dirigentes independentistas catalanes y de ciertos sectores sociales de Cataluña dejan entrever cada vez con más nitidez la actuación en la sombra de los "gobernadores de las tinieblas de este siglo" mencionados en la Biblia, la Palabra de Dios.
Si el apóstol Pedro fue torturado y eliminado por su empeño en propagar el mensaje del evangelio o buena noticia del Reino de Dios, encargado por Jesús, nuestro Señor y Salvador, resulta muy sospechoso que haya perdido la vida de forma tan repentina y tan alejada de España, la persona que se estaba empeñando y esforzando en aplicar la justicia en el desafío de
los presuntos delincuentes del Gobierno de la Generalitat y de los dirigentes de ANC y OC. La plausibilidad de las teorías conspirativas que postulan el envenenamiento de José Manuel Maza es meridiana. Es obvio que ningún
medio de comunicación, y menos las instancias oficiales, les van a dar credibilidad, pero también es cierto que ninguno de los asesinatos de cargos públicos de poder a lo largo de la historia de los gobiernos y de los sucesivos imperios fueron explicados oficialmente en su momento como causados por objetivos espúreos, ni siquiera los envenenamientos de los emperadores romanos ni de sus familiares. Nada hace pensar que hoy en día las cosas hayan cambiado mucho al respecto. Mi opinión es que nos encontramos ante un mártir. Al igual que Esteban fue martirizado por defender la verdad parece que José Manuel Maza ha perdido la vida por empeñarse en que se aplique la justicia. En cuanto al twit de Arran, no le falta razón. En la parábola del rico y del pobre Lázaro, Jesús narra que el primero, después de muerto y desde el Hades, estando atormentado, le pedía a Abraham que tuviera misericordia y que le enviara a Lázaro, quien se encontraba con él siendo consolado por su sufrimiento terrenal, para que mojara la punta de su dedo en agua y le refrescara la lengua; pero Abraham le contestó que entre unos y otros había una gran sima de manera que ninguno podía pasar de un lado a otro aunque quisiera (Lucas 16:19-31). Es por eso, me parece, que muy probablemente el responsable del twit de Arran nunca se va a volver a ver con el señor José Manuel Maza. ¡Que en paz descanse, José Manuel Maza!

Vitoria-Gasteiz                                        20 de noviembre de 2017