En una de las escenas de la película El club de los poetas muertos, el profesor Keating (Robin Williams) ordena a sus alumnos que suban a su mesa uno por uno para ver el aula desde otra perspectiva. Mediante este sencillo y atrevido gesto les revela la importancia de no conformarse cuando uno cree que ha comprendido algo y de analizarlo desde otros puntos de vista, incluso desde los más descabellados.
La profundización en el estudio de las Sagradas Escrituras suele tener como consecuencia inexorable el abandono de muchos de los dogmas del cristianismo, tanto católicos como protestantes u ortodoxos.
Normalmente a esto le suele seguir una situación de crisis espiritual que enseguida se torna en cierta calma, aunque siempre con la sensación de que hay que seguir aprendiendo y conociendo más y mejor al Todopoderoso y Creador del cielo y la tierra.
Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto. (Proverbios o Mishlei 4:18)
Para conocer el enfoque judío de una forma directa, sin tener que pasar por la lectura del Talmud y de toda la pléyade de textos judaicos existentes, he optado por visitar el canal de Youtube Filosofía Judía, dirigido por Yaaqov Rothstein Shaves, un ingeniero químico judío de origen colombiano, y empezar a preguntar y participar en su chat
de comentarios.
Son varias las cuestiones en las que he observado discrepancias, y he ido conociendo interpretaciones nuevas respecto a algunos temas que me han obligado a cuestionar las propias.
Cada uno de los apartados que presento va acompañado de una sucinta explicación y de algún fragmento de los diálogos que he ido manteniendo en dicho chat con otros contertulios, la mayoría de ellos judíos, pero también con cristianos y mesiánicos.
Idolatría
Una de las razones que me llevó a abandonar el cristianismo fue percatarme de la idolatría del dogma de la trinidad. Salvo excepciones, el cristianismo considera que Jesús es Dios, que existe un ente al que llama Espíritu Santo, que es también Dios y que, junto con el Padre, que es Dios, conforman una entidad llamada Trinidad; tres personas distintas y un solo Dios trino verdadero.
Otra variante del dogma trinitario es la creencia cristiana de las modalidades, es decir, la creencia de que Dios es uno pero se presenta en tres modos distintos en diferentes momentos, como Padre, como hombre y como Espíritu Santo. Sin embargo, el Tanaj, Biblia Hebrea o Antiguo Testamento es claro cuando expresa que el Todopoderoso es único: "Entiende Yisrael, Yahwéh es nuestro Elohim, Yahwéh es único"
(Deuteronomio o Devarim 6:4).
Creyéndome liberado, al fin, de esta creencia trinitaria de origen pagano, una de las sorpresas que me he llevado al conocer someramente el judaísmo ha sido que también considera idolatría la creencia de que el hombre Yeshúa (Jesús) es la encarnación del Hijo unigénito del Todopoderoso. Aunque no niega su existencia en el siglo I e.c., según el judaísmo, Yeshúa (Jesús) fue un humano normal y además, hijo de adulterio. En este asunto, el judaísmo es comparable al racionalismo, pues ambos consideran irracional e inverosímil la posibilidad de que un ser divino, ya sea el Todopoderoso o su Hijo, se encarne en un humano. Sin embargo, para algunos movimientos mesiánicos, el Hijo del Todopoderoso preexistió como un ser espiritual engendrado por el Padre y, a su debido tiempo, fue encarnado de forma sobrenatural en el hombre Yeshúa (Jesús) para cumplir la misión redentora de la humanidad.
Yeshúa les dijo: "En verdad, en verdad os digo que antes que Avraham naciera, yo existo" (Yojanán 8:58)
Yeshúa (Jesús) es el Mesías o Ungido
Uno de los requisitos que imponen los tribunales del Departamento de conversión del moderno Estado de Israel a quien pretende convertirse al judaísmo es la negación de la mesianidad de Yeshúa (Jesús).
Mientras el movimiento yisraelita nazareno considera que Yeshúa (Jesús) es el Mesías, el rey ungido de Yisrael, y que, aunque ahora está en el cielo sentado a la diestra del Padre, reestablecerá el trono de Dawid cuando regrese, sin embargo, para el judaísmo, Yeshúa fue un falso Mesías a quien se llama Ieshu de forma despectiva en el Talmud. El judaísmo sigue esperando a su Mesías político, un líder que logrará que haya paz en toda la Tierra, desvinculado de todo papel expiatorio. Para el judaísmo es inconcebible que el sacrificio de un hombre pueda servir para expiar los pecados de la humanidad, dado que los sacrificios humanos están prohibidos por la Torah y porque cada humano muere por sus propios pecados. En este sentido, algunos judíos olvidan el mandato que le dio el Todopoderoso a Avraham para que sacrificara a su hijo Yitsjaq (Isaías) y el mérito expiatorio que tiene para los yisraelitas en tiempos de crisis lo que se conoce en la literatura rabínica como la "atadura de Yitsjaq". Hay varias razones por las que el judaísmo niega que Yeshúa fuera el Mesías: Yeshúa fue, hijo de adulterio y sin linaje. Algunos judíos actuales dudan hasta de la judeidad de Yeshúa. No hubo paz en la Tierra con su presencia. Yeshúa no cumplía la Torah. Yeshúa murió.
Así, puesto que Yeshúa (Jesús) es hijo de una judía (Miryam) y fue reconocido como hijo por su padre, el judío Yosef, esposo de Miryam, los nazarenos creemos que Yeshúa es judío, descendiente de Dawid. (Mateo 1 y Lucas 3)
Me parece, si no estoy equivocado, que Filosofía Judía parte de la premisa de que la redención de la humanidad vendrá dada como consecuencia del esfuerzo de Medinat Israel y de las naciones noájidas, es decir, aquellas que cumplan las leyes de Nóaj (Noé), que lograrán un caldo de cultivo idóneo para que surja el Mashíaj, en cualquier caso, el hijo de un hombre y de una mujer.
Sin embargo, creo que es una premisa falsa y que lo que ocurrirá es que la humanidad, jugando a ser Dios, irá empeorando la situación y la convivencia, hasta el punto de imponer una dictadura mundial regida por leyes contrarias a las leyes del Todopoderoso y que será entonces cuando el Todopoderoso enviará al Mesías, quien descenderá desde el cielo en gloria y majestad, para destruir a los impíos y restaurar el reino a Yisrael y la paz en la Tierra.
La diferencia fundamental entre el yahwismo nazareno y el judaísmo es que para éste, el Mesías no ha tenido, tiene, ni tendrá una misión expiatoria sino que cuando surja lo hará por primera vez y será para implantar su reino pacífico y armonioso y, en cambio, para el primero, el Mesías vino ya para cumplir una primera misión redentora, gracias a la cual se ha hecho posible la entrada en el reino mesiánico de muchos gentiles, que dejan de serlo al poner su fe en Yeshúa, y regresará otra vez para destruir este viejo, corrupto e inmoral sistema mundial e implantar su reino de paz y armonía. Cada vez queda menos tiempo para que unos y otros nos pongamos de acuerdo. Maranatha!
Continuará Y.m.
Un sitio recomendable para seguir aprendiendo
Vitoria-Gasteiz 23 de enero de 2023