viernes, 22 de enero de 2021

¿A qué hemos de temer?

 ¡Quién iba a pensar que haya sido la organización "Médicos sin fronteras", la misma que en el verano de 2020 presentara un informe sobre las residencias denunciando que los ancianos "murieron en soledad, en agonía y sin paliativos" y que se denegó la derivación hospitalaria a un 44% de las personas infectadas en ellas, la que presente ahora una campaña llamando a la solidaridad ciudadana para contribuir en la financiación del proceso de vacunación contra el sarampión de la población infantil, se supone que africana, justo cuando la sociedad se halla inmersa en un forzado debate sobre la conveniencia o no de la vacunación contra la llamada "enfermedad" covid-19!

 



No hay más que ver el eslogan para percatarse, sin mucho análisis, de que, dado el tiempo elegido para esta campaña, el mensaje subliminal que subyace es el de que la población no debería temer al suero anti-covid sino que, al contrario, debería estar profundamente agradecida a la existencia de la industria farmacéutica y de los grandes laboratorios, la mayoría de ellos propiedad de cuatro magnates, dueños a su vez de la OMS, dicho sea de paso. ¡Pues va a ser que no! 

Por primera vez en la historia se va a proceder a vacunar a la población con unos "sueros" que no han superado las habituales fases de experimentacion que suelen demorarse de cinco a diez años y que además contienen, aparte de múltiples detergentes tóxicos y metales, material genético modificado que ya está causando muchos efectos adversos, entre los que se vislumbra el de la esterilización de la población. El transhumanismo y los nuevos mutantes ya están aquí.

El verdadero virus que se ha inoculado en la sociedad es el del miedo, que siempre ha sido un arma política. Que muchos se hayan percatado ahora de nuestra vulnerabilidad pone de manifiesto cuan alejada está la sociedad de la verdad de la existencia, que no es otra que la de una total dependencia de nuestro Creador.

Puestos a tener que temer a algo o a alguien más nos valdría recordar lo que nos advierte la Palabra de Elohim (Dios):

"Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el cuerpo y el espíritu en la gehenna"   (Mateo 10:28)
 
Vitoria-Gasteiz                             22 de enero de 2021